Pan duro en Apolo. Un tiempo y un espacio.
Cuando empezamos a imaginar con Esther y Patricia de Ventú un espacio de comida en sus fiestas, dimos con una idea que abrazaba a todas las demás: podemos aproximarnos las unas a las otras si tenemos un tiempo y un espacio. En tanto que próximas y festivas, seríamos nutritivas y cooperantes.
Entonces pensamos en quedar para cocinar unas migas extremeñas antes del concierto de los Ganglios. Montamos un espacio de cocina colectiva en la Sala Apolo donde se aproximaron más de 200 personas a remover pan mojado en agua bendita y pimentón, a freir ajos y pimientos y a escuchar el rezo infinito que es Jonás de Murias. Después comimos y bebimos.